Hoy celebramos La Noche de Halloween o la noche de los difuntos, una fiesta de origen celta en la que celebraban el Samhain o "el final del verano". Los celtas creían que en esta noche de Samhain los espíritus de los muertos volvían a visitar el mundo de los vivos.
En Asturias, en noches como esta, se alumbraban los caminos poniendo calabazas vaciadas y con velas dentro, los niños iban pidiendo por las casas dulces y golosinas, se contaban cuentos y leyendas de miedo y se dejaban agua y comida en los alrededores de las casas para las ánimas, que salían en procesión con la Güestia, a las que había que evitar mirar, pues la leyenda contaba que si las mirabas en un año formarías parte de la procesión.
O sea que como podéis ver nosotros ya teníamos nuestro "halloween" aunque en los últimos años se ha puesto tan de moda por la influencia de las televisiones y los centros comerciales.
Lo que sigue siendo una tradición son las representaciones en la noche de los difuntos de la obra Don Juan Tenorio, de José de Zorrilla, un clásico de nuestra literatura y que puede ser una lectura muy recomendable.
Algunos de nuestros pequeños lectores han venido disfrazados
y nos han recomendado los libros que han leído últimamente:
Olaya Parente Ramos, la novia cadáver, nos ha recomendado El Club de Tea
en peligro.
Olaya Rodríguez Ribeiro, vampiresa, ha elegido un libro de la
colección de Mila & Luna: Un hechizo secreto.
Iker Fernández Rodríguez, Conde Drácula, nos recomienda leer
Monstruos divertidos, para pasar un rato divertidamente monstruoso.
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